Los gritos malditos abren paso a
la demencia de quien teje misericordias
para su recuerdo.
Esquina tras esquina la tinta visita
los burdeles más perros de su
triste y decadente conciencia.
El sol vacío quema recuerdos de poetas,
muertos por el peso de llevar a cuestas
su propia losa.
Versos de piedra para las miras de
la incertidumbre cada vez menos amplias.
Mi estar contigo a pan y agua,
huérfano de la lejanía, con el horizonte
en vertical.
Papeles, tres madrugadas, el cabaret
con las noches a oscuras entre luces
encendidas.
Hay un mundo incendiándose ante
tus parpados, entre los míos: necedad
amplía fronteras.
Me sangra el no saber estar al lado
de mi tumba, junto a la muerte
del lírico.
El soneto del paupérrimo siendo
himno de ricos pensamientos acabados
para párrafos.
Métrica hace de las suyas con los
matices del recuerdo corporal, el calor
de mía por aquí.
Hay obstáculos rompiendo alas
de camino a su destino.
Puertas abiertas, destinos incumplidos y vidrio volcánico para lanzar a tus problemas.
http://www.youtube.com/watch?v=saN1BwlxJxA
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