Coge mi retórica y aprende mi gramática, escribir el peor miedo por su espalda. Por encima de mi rúbrica están las mejores páginas de una noche que duele. Me puse las botas en tu clítoris, me redefiní como el Efe en ese último poema. La carne y el suplicio para el resto, yo me abandono en pocas obsesiones y el olor a muerte. No es explicar unos versos es calmar y reclamar lo que me merezco, joder. El calor y desprendimiento en las retinas cuando verte sangrar suponía tu rutina. Te hablo de los brazos venciendo abrazos, de vender reticencias a malos precios. El vértigo y su castigo: te hablo de que eras mi tú inalcanzable. https://www.youtube.com/watch?v=ZEhuoN5D1cw
Buscadme en mundo del limbo y el arte, en el abrazo y el reinicio.