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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Éluard

Eres la Gala del s. XXI,  hálito de arte  plasmado en versos, olor a jardín botánico y polvo aun ardiendo. La mujer de otro Dalí,  el poeta de los Andes  escribiendo Europa  dentro de su vientre. Otro o el Picasso de los poemas. Gala, con indumentaria moderna, reina sin baraja, ella calza otra época pero está rota por los mismos sentimientos, porque el mundo no ha cambiado a pesar de haberla resucitado. Gala, aunque no sea su nombre, la primera del siglo,  ella frota sus erizados  pezones tras el sexo, va vestida de noche y recita orgasmos en la tarima de una cama. Cuando pienso que es mía recuerdo las palabras de Carles  “Una mujer no es de nadie”, y tú eres una mujer y tú eres de nadie. Vienes e inauguras el descampado desértico con tus zapatos rojos, con el terciopelo azul, de Lynch, que guardas en los ojos, tienes vicio entre la lengua,  tus dientes y mi entrepierna. Gala, se acerca en vagones despersonados,

En Teogonía.

Las chicas como tú no existen, son una fantasía tripulada por la suerte. Las chicas como tú son las mujeres del siglo. Nada de amor romántico, ni caricias al tempo. Vienen como tifones, apuestan todo al rojo, giran la ruleta aunque se jueguen la bancarrota. Te follan, no te hacen el amor, las chicas como tú no existen. Y de existir vuelan desnudas e invisibles, surcando infiernos de poetas y soñadores. Las chicas como tú, que son mujeres, no  les pesan las primaveras ni los inviernos que vistan, beben vino peleón, rompen estereotipos. Salen de la nada con un adiós, sin beso ni pollas, y a la nada vuelven. Las chicas como tú dejan el alma temblando, en babia sobre una balanza, siempre ganan la batalla y te desnudan los adentros. Chica, las mujeres como tú también beben ron, se drogan llorando, a solas, con su dolor y llevan los remiendos siempre a cuestas. Ellas, se curan las heridas con sal en la lengua, podrían parar u