Busco tu esperanza y la mía, en los tres indios que bailan la música de mis cascos por la calle, en el puente que una vez besó el Turia y hoy es pánico de autobuses y tránsito, en los morros del negro a mi lado, seguro saben la respuesta, grandes, son muy grandes. en la última parada quizá, pero recuerdo que el metal no habla un miércoles a las tres de la tarde, Busco en la cruz verde de neón que cura enfermos, en el local marroquí para estómagos propios de otomanos, en la hendidura con forma de llave, patio 42, que me espera. Bajo las motas de polvo en mi cuarto, tampoco ¿página 20 de Carver? No, me desespero, acudo a Gibran, donde los poemas significan nostalgias y respuestas perdidas. Nada, mientras los gemidos de ambulancia codifican más lo que no sé, y la ciudad sigue ocultando algo. Tumbado en la parte no real, me abrazas, te cuento las costillas sin moraleja, absorbo tu entrepierna, hago memoria -t
Buscadme en mundo del limbo y el arte, en el abrazo y el reinicio.