Cesardé - Algo que escribí

Yo también me pierdo huyendo de mí  mismo,sabiendo que cuando quiera encontrarme el cuenta kilómetros estará a cero. Enero se quedó contigo, abuelo estoy muriendo, no te conocí, pero llévame contigo. Acero cruza mis semanas y me desangro en el hielo duro de la Antártida, por mis heridas desde tu partida. En mi olimpo los sordos bailan la música celestial de tus labios, me limpio los  odios cuando me calmas con tus deseos. Esto es un poco de concilio para mis demonios,  esto es un sorbo de poesía que entra  por tus ojos. Mi ego llama a las puertas de tu atención, en cada estrofa. https://www.youtube.com/watch?v=YZRkC9gsF7w

Andabas por la construcción de mis pecados dejando yedras como recuerdos. Sabías a poco en un viaje de largos tramos, el abecedario de tus gestos se fue, como todo. Yo y mi poesía mediocre alimentando mis demonios y tendiendolos al sol. Les quema la carne esa media sonrisa que me muestras, esas manos cerca de mí. Me temo que París se hará contigo, me  temo que dolerá tenerte lejos y estar "vivo". Suicídate desde la Torre Eiffel que yo te resucitaré en algún verso, poema o borrachera.  https://www.youtube.com/watch?v=Gju8-ynSFhg

Me suelo preguntar donde está esa parte de mí, se me atraganta la respuesta en que quizás no la tuve. Como tus manos que imagino a mi lado o bordeando mis inseguridades pero que no están como la luna tapada por algunas nubes. Puede que esté buscando nada, esa parte de mí que nunca había perdido, igual es esa la respuesta, pero la brújula sigue girando. Igual nadie debe contestar a la llamada de un náufrago, en su propio mar perdido, solo él puede solventar el vacío autodestructivo. Me pido un poco de confianza, algo de honestidad, un poco de certeza y que mis pensamientos sean tránsitos sin tiempo. Tengo en el armario demasiados recuerdos que están  colgando de demasiadas perchas. Yo también me deshago. https://www.youtube.com/watch?v=5trsQcuzKgM

Estoy rompiendo núcleos de tristeza, vuelvo a hacer rodar a mi experiencia me vasto con un sucio atrezo. Ya he tenido versos ciegos en tu pelo he comido abandonos más difíciles de masticar que el propio ego. Hoy me suelto las riendas, en mi desconfianza, dejo que se apliquen el cuento mis años de errores. Yo me protejo de mi mismo aunque el daño ya esté marcado, todo hecho y la casa por demoler. Aunque resulte impropio para mis veinte, no hay más dolor que yo, yo, yo y después yo mismo, llueve a ego en mi ventana. Cambio andares borrachos por ojos que descansen en las madrugadas y no mueran como lo hacen todos. Me visto de esperanza y marco la casilla de la incertidumbre porque no sé quien llenará este jardín en el tiempo. Sueño mi muerte asumiendo que viene por derecho o por izquierdo, que más da si cada vez esto es menos techo. Y más débil como mis pilares cuando crecí, yo me he vencido a mí mismo y aún así nadie ha ganado, todo sigue en derrota

¿Vendrán tú y tus tetas a sacarme de esto? ¿Con ganzúas para abrir almas vacías? ¿Liberarás mis manos llenas, a puñados, de penas? Celdas pequeñas y abarrotadas de dolor consumiendo al experimento hecho de  errores. Si lo haces, un verso mojará tu cama desde el rebrote agonizante que supuso pasar horas de noches eróticas. Y para cuando vengas el horizonte ya me habrá tocado advirtiendo: "si lo hace no es para quedarse" no estarás para tratarte alguna de tus mejores intenciones, algunas tensiones por tus piernas que solo tranquilizan mis papilas, mi saliva y  una cama. Se cerrarán las semanas y los barcos libertadores lanzarán náufragos por las brechas de la rutina. De los días, pasando, sin tiempo solo recuerdo que entre nosotros mismos nos habíamos desorientado.  Solo yo cuelgo arte en las paredes de mi fracaso solo yo sé dar tumbos por tres o cuatro vueltas rápidas a tu cuello. Mañana volveré a es

Algún día dejaré sin padre a mi poesía algún día vuestras condolencias serán para ella y no para mi madre, algún día moriré y ella os tocará de cerca como la lluvia cuando cae aunque venga de lejos. Soy el aullido de un lobo a la prostituta soy la soledad que envuelve a una manada a pesar de ser más de uno soy el miedo que sientes cuando algo se acaba, esa ausencia corriendo por tus manos mojando pómulos  por la desavenencia y el  abandono. El amor propio me ha estado buscando ha venido a arrancarme del odio, el amor propio me está besando y susurrando "ahora tú", que ella está muy lejos. Creo sentir demasiado, creo responsabilizarme en exceso descuidando a mi autiestima.  Mi narcisismo también me está echando de  menos. Se quedan las mañanas de primavera en mis  ojos veinteañeros, que no tienen camino y mastican un corazón cualquiera, mientras yo escribo y me vacío hasta cuando vuelve recuerdo golpeando