Rompe mis pasos, destiérrame del
camino imperdible como si fuera a
llevarme a algún bar.
La carretera de mis ojos está
haciendo pactos con los mapas de
tu perdición
La mirada se perdió en el divorcio,
provocado por tu amnesia para el
amor selectivo.
Se hicieron grietas los recuerdos,
matando las inseguridades que nos
guiaban, antes.
Aún estoy pensando que parte de la
poesía vender para pagarle los fríos
que me ha desquitado.
La redención se paga con el fracaso
de no saber lo que se pierde.
Cuando no toca, tú vuelves y me
arrancas las quimeras de los ojos,
destierras mis engaños.
Una canción de tantas tiemblan en
tus pupilas y yo voy de camino al
silencio de tus labios.
Caen los avisos, el paso a nivel se desmorona y viven los júbilos por tus contratos con recuerdos. Paz para esos pasos.
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