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Lo último.




La noche le llamaba a
calma porqué los versos le 
sabían a poco y proclama
se quedaba sola con sus pasos.

Lo mucho que desconoce 
en esas páginas supone bajar
por el poema para acabar
en el frío.

Se caerán banderas, tras ellas
el dolor, copia lo que siente y
aspira a emocionar a tus
muchas ilusiones.

El contagio se hace sangre a sí
mismo si le tocas.

El nudo en el estómago
responde a la retórica incógnita 
de lo que lloran estas 
líneas.

Del peor augurio se destapan
las canciones escritas para ti
pero que no sabes, todo
mi recuerdo entre cristales.

Mordía la realidad arrancando
hebras al consumo de su
camino cuando aún eran
algo.

Lo que llora no se dice pero
desoxigena sus ojos en dos 
páginas. Lo que cabe en estos
versos.


No te olvido pero la pena te está envenenando con su camisa de fuerza. Tú sigue buscando el tema en el poema que yo estaré a años luz de éso, mis corazones de diamante.

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