Solía dar pasos en cierto,
sacando de los desastres las
mejores obras, sus cimientos
en construcción.
Cadenas de penas y circunstancias
convertidas en un todo pensante.
La verosimilitud es una noche
acabada, que trae el recuerdo de
los párpados cerrando el telón
de una vida.
Soluciones en las manos atadas,
cuerdas sujetando el hilo de
lo funambulista, peligroso, que resulta
conocer nuestra galería.
Yo te he visto: sosegarte entre mis
manos, entregarme el labio superior
en muestra de cariño ínfimo, crear
magnitudes con el soliloquio de la
nada.
He visto de ti nacer tantas cosas
que aún ciego de alcohol o de vida,
sabría reconocerte por tus pisadas.
Para ti 20 versos y yo me quedo en el bosque húmedo de escribir esto, es resarcirme desde la niebla.
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