Las diferencias del ayer chocan con
lo frágil del vestir paraísos,
tuyos.
Soles perdidos, Salinas, Bukowski
y el verso en madrugadas que se
hicieron suyas.
Metáforas al paso de las horas,
simpleza en su oro belleza, su
mirada haciendo eco.
Paso días sin saber de mí,
con la confusión de no
saber donde, me -nos- abandoné.
En esquinas me perdí contigo,
paseando lo que teníamos, nos
hicimos íntimos del abrazo.
Lo que nos queda son semanas,
hojas secas que caen por tus parpados
y besos a horas intempestivas.
Mis impulsos, tus agravios, la amargura que hicimos nuestra y el si sentido de no pasar noches a costa de tu cuerpo. Pactos que se rompen con el tiempo.
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