Hoy me siento viejo, arraigado por la
edad y atravesado por el tiempo.
Desmitificada va por ahí mi juventud
sé que ella sabe que no sería eterno.
Solía tener quince constantemente
pero ya se ha caído todo el otoño en
estos versos pasando las estaciones
sin avisar si quiera.
Era: zapatillas rotas, balones de fútbol
encalados y ahora solo miradas
perdidas, caladas nocivas y odio en
todas partes.
Puertas cerradas, ojos sangrantes,
amores desperdiciados, cicatrices
mentales son la herencia que me
dejaron esos quince.
Hoy testarudo como el invierno con los
mendigos, profundo como tus labios y
las chimeneas, pero ya no joven.
Tengo a mi juventud en un constante
coma, algo que todos los días me quema,
encendido por mi vejez mental siempre en suma.
Todos los días recuerdo como fue mi infancia,
no recuerdo nada.
https://www.youtube.com/watch?v=UXSnqPV28ZM
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