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Líquido Marqués.





Encontrar infancia y una musa en el rastro
de Madrid,
devolver lo prestado a las flores encerradas
por una rotonda.

En la vigilia pueril oigo sirenas del bosque,
pudiendo extraer los cuerpos del  mundo
sin salir de España.

Vivir rodeado de Venus, quedarme con
Pandora traída por  Invierno y Hércules
hacia un colchón en Chueca.

Veo a Zeus rendido a la mano de Europa,
paradójico como las cosas que has vivido
y no te dejan vivir.

Materia y antimateria, aniquilación,
follar en el segundo solsticio del año
a sabiendas de que Luna es un trozo
escupido por la tierra,
Theia chocó y nació la marea, la noche
entre sus piernas,
nacieron ojos en un Damasco desnudo,
destrozado por la pantomima social,
similar a la rosa nacida entre vagabundos.

Mujer hecha de Antártida con pájaro
en boca que come piel humana,
mujer hecha de Antártida,
el hielo también quema.

En tu mano sostienes un perro navideño y triste,
invisible como el zafiro de mar,
lleva en la sombra soledad a capas,
colegios cerrados,
el sonido de las farolas,
amor de viento y semáforos.

El primer poema del año virgen,
circo y cementerio cuando la vida
va ciega llevándose todo por delante,
cuando es un coche vacío empujado
por el tiempo.


He podido ver más puentes que en
Hamburgo y el siglo de las luces
en sus muñecas/tobillos,
las huellas del volcán en sus ojos,
ángeles atrapados en trincheras
colgando de sus tetas.

Duermes en las historias no he escritas,
en el globo de luciérnagas hacia
el trabajo, en el anunció vendiendo
el anuncio,
mientras camina la producción en masa por
la ciudad.

Mi Bernini tallada en Occidente,
Crítias y el Tímeo en nuestras lenguas,
la historia hundida de Atlántida tanto
como la estrella que ha subido y duele.

Tienes cinco planetas alineados en los
huesos de la pelvis,
espectáculo celeste y vía láctea en el flujo
disparado por Skene,

Eres Miles Davis y un amor tísico.
fuego y carne en la casa del lago,
eres el poema agotado como construir
un árbol desde los muebles.


https://youtu.be/Asmo01sqRI8?t=2m22s

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Blue train.

Yo también iba en esos ritmos, fui aquella trompeta, el trombón, las teclas de ese piano, por encima de ese bajo y por el techo de esa batería. En un sueño era el aire cruzando notas, siendo melodías en oídos del 57, arte, gran calibre y máximo exponente no solo un negro esclavo, también la sensación del momento porqué yo con él abrazaba ese éxito. ¿Y hoy quién te recuerda? ¿Qué ojos te sangran? ¿Dónde están las sirenas? Mis páginas te contestan, Valencia te contesta, desde aquí hasta tu lápida donde suenas todas las noches, en tu cementerio de la cultura. Fuiste arte sin voz pero si con nombre, y así mueren mis noches bajo sábanas de música, sobre sueños por cumplir: colgando de lo más alto de la mentira. Lo que no pude ser fue aquel saxofón tenor John, no pude serlo, aquello que era solo tuyo y de la música. https://www.youtube.com/watch?v=cRLIdnHnc84

Zafiros

Estoy rompiendo núcleos de tristeza, vuelvo a hacer rodar a mi experiencia me vasto con un sucio atrezo. Ya he tenido versos ciegos en tu pelo he comido abandonos más difíciles de masticar que el propio ego. Hoy me suelto las riendas, en mi desconfianza, dejo que se apliquen el cuento mis años de errores. Yo me protejo de mi mismo aunque el daño ya esté marcado, todo hecho y la casa por demoler. Aunque resulte impropio para mis veinte, no hay más dolor que yo, yo, yo y después yo mismo, llueve a ego en mi ventana. Cambio andares borrachos por ojos que descansen en las madrugadas y no mueran como lo hacen todos. Me visto de esperanza y marco la casilla de la incertidumbre porque no sé quien llenará este jardín en el tiempo. Sueño mi muerte asumiendo que viene por derecho o por izquierdo, que más da si cada vez esto es menos techo. Y más débil como mis pilares cuando crecí, yo me he vencido a mí mismo y aún así nadie ha ganado, todo sigue en derrota

En Teogonía.

Las chicas como tú no existen, son una fantasía tripulada por la suerte. Las chicas como tú son las mujeres del siglo. Nada de amor romántico, ni caricias al tempo. Vienen como tifones, apuestan todo al rojo, giran la ruleta aunque se jueguen la bancarrota. Te follan, no te hacen el amor, las chicas como tú no existen. Y de existir vuelan desnudas e invisibles, surcando infiernos de poetas y soñadores. Las chicas como tú, que son mujeres, no  les pesan las primaveras ni los inviernos que vistan, beben vino peleón, rompen estereotipos. Salen de la nada con un adiós, sin beso ni pollas, y a la nada vuelven. Las chicas como tú dejan el alma temblando, en babia sobre una balanza, siempre ganan la batalla y te desnudan los adentros. Chica, las mujeres como tú también beben ron, se drogan llorando, a solas, con su dolor y llevan los remiendos siempre a cuestas. Ellas, se curan las heridas con sal en la lengua, podrían parar u