no vuelva a infectarme su olor, me
hacías humano.
No opinéis si no sabéis que su voz
se escuchaba más dulce cuando te
susurra un orgasmo al oído.
O cuando el ruido de sus tacones
parecía el mejor de los jazzs por el
salón de casa.
Le gustaba pintarme: labios, mejillas y
polla con el rojo de los suyos, con su
pasión maldita.
Me miraba a oscuras y yo la sentía,
dentro, abriendo mis costillas una a una
para hacerse un hueco.
Y no dolía, el "dolor", un placer si era
con ella y su saliva por cualquier parte
del cuerpo.
No sé que nombre ponerle a su ausencia,
no sé como matarme por haberla metido
en este abismo.
Quizá lo llame éxodo y haga un poema
o puede que sólo llore dislocado por ver
en lo que la he convertido.
De todas formas no estará y la boca
me dolerá a abandono, la cama olerá
a sábanas sin ella.
Cada noche siento un éxodo y me apalizan
mil pesadillas aunque su foto siga en mi
cartera.
Yo escribo esto en lo que tarda el 27 mientras tu novio piensa más en el gimnasio que en otra cosa ¿Pillas?.
https://www.youtube.com/watch?v=6cyJjgYpbJk
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