Algunos intentan ir más allá de su
desastre personal, de su vida insulsa
con sabor a derrota.
Los hombres buenos, sin patria,
con la única gloría de encontrar misericordia
en algunos labios.
El agujero de los miedos precediendo a la
calma y tormenta, dándole de comer a
nuestras inseguridades.
Llámame desde donde quiera que
estés que yo ya estaré más lejos esperándote,
sentado.
Hay campos que solo se siembran con
la consecuencia de nuestros errores para
recoger nuestra cosecha mental.
Como también hay una rata entre sus
miedos sin saber cuando parar o avanzar
por el daltonismo de sus errores,
semáforos equívocos.
Un ser inmundo con sentimiento y no
menos despreciable ante las miradas
de aceptación del resto.
No hay más pena que la incoherencia
del sinsentido que está adquiriendo
su entorno.
Rata, ahogada por sus miedos,
un animal nauseabundo al que cualquiera
puede pisar.
Nadie reclamará en su funeral blanquecino
una sonata de invierno.
Alguien que cae y todos miran.
Vístete de mí y déjame con tus problemas.
http://www.youtube.com/watch?v=kpWnYU5-RUw
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