Vivo en el tejado de un libro, en su
me pongo de pie en el y por un lado
está el verano y por el otro el invierno
la soledad y la compañía, el lector y el
que es leído.
Leo, como lloro, hacia dentro. Me
conformo con pocas palabras
por éso leo poemas, por eso te digo
que me ames
yo me abrazo a la muerte como quien
ama la lluvia y pisa sobre ella.
Salen marchitas las flores de la primavera,
en tu coño, porque ya no me tienes
porque estoy en invierno y nadie me salva,
en otra estación
en otro lugar donde poder llorar mis pecados
donde ver la vida desde un ventanal de
miradas grises.
Le he dado la vuelta a tu cuerpo muchas
veces, buscando el punto cardinal que
hizo perderme, pero solo encuentro amor,
hay mil escribiendo poemas pero solo uno te
quiere
yo me lanzo a tus pasiones.
El poema justo para acabar el día, para no
cortar y que la sangre no inunde el suelo
de mi casa
voy tan borracho que me he meado encima, que
la soledad se me ha diluido
en la entrepierna.
Te echo de menos como el dolor de la voz
que se alza desde la herida
y la abandona.
https://www.youtube.com/watch?v=dbNxQBop0Ds
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